coccarda fiem 47 anni big2

Hay 397 invitados y ningún miembro en línea

Cataloghi sfogliabili

Cataloghi sfogliabili fiem



NEWS 2020
SMART DIGITAL 24
Incubator Humidifation System


banner-facebook utube instagram fiem

SiteLock

Incubación - consejos de Fiem

Incubar


"INCUBAR …”  


La incubación artificial,  conocida por los Chinos y los Egipcios ya en el año 1.000 a.C., se realiza hoy en día con máquinas llamadas comúnmente incubadoras, estudiadas aposta y realizadas para controlar y mantener constantes las condiciones artificiales de la temperatura, la humedad, la ventilación y la rotación de los huevos programadas por el usuario. 

F.I.E.M. ha contribuido, durante años, al diseño y a la realización de dispositivos cada vez más perfectos, capaces de controlar, con un funcionamiento muy sencillo, todo el proceso de incubación.   
Hay que destacar que una buena incubación dependerá del uso de una incubadora apropiada para dicho fin y de una serie de factores muy importantes que,  si no se gestionan de forma correcta, podrían alterar los resultados finales. 

Para favorecer un proceso de incubación correcto habrá que operar ya durante la fase de crianza, evitando que el huevo permanezca a la intemperie, se exponga al frío intenso, a corrientes de aire, a la luz directa del sol, al calor y a la humedad excesiva; y es por este motivo que aconsejamos realizar la recogida varias veces al día utilizando unas bandejas porta-huevos usadas en nuestra serie astral, las cuales garantizan, gracias a los materiales empleados en su fabricación, una extrema facilidad de limpieza y desinfección.   

Habrá que descartar los huevos rotos, agrietados y con la cáscara irregular, los que tienen yema doble o manchas de sangre con forma anómala; y se tendrán que conservar en locales idóneos con temperaturas alrededor de los 14-16ºC por no más de siete días, ya que tiempos más prolongados afectarían de forma negativa el porcentaje de eclosión, pero de todos modos, nunca menos de tres días.

Las incubadoras tendrán que estar colocadas en ambientes sanos, que se puedan airear con facilidad y a una distancia de al menos 60 cm de las paredes, evitando su exposición directa a los rayos del sol o a fuentes de calor. La temperatura ideal del local donde se encuentren las máquinas deberá hallarse entre los 17º y los 23ºC y no se deberán sufrir excursiones térmicas de ningún tipo.
 
La incubación propiamente dicha inicia en el momento en el que los huevos son colocados en la incubadora y termina aproximadamente 2/3 días antes del presunto nacimiento del pollito. Desde este momento empezará la fase de eclosión que terminará con la salida del pollito de la cáscara.
 
F.I.E.M. ofrece a sus clientes una serie muy diversificada de productos que permiten gestionar las diferentes fases de incubación y eclosión en distintas máquinas, en vez de gestionarlas en el interior de la misma. 

Las incubadoras, debidamente estudiadas para producir calor, humedad, ventilación y para garantizar el giro de los huevos, han sido construidas con materiales que permiten mantener constantes estos valores y que consienten una fácil limpieza al final del ciclo. 

La temperatura se tendrá que mantener constante, ya que unos valores demasiado elevados o demasiado bajos podrían causar la aceleración o el retraso del desarrollo embrional, con la consiguiente aparición de situaciones anómalas que podrían provocar el nacimiento de pollitos malformados o débiles, e incluso la muerte de los mismos dentro de la cáscara.  
Para garantizar un correcto desarrollo embrional es necesario gestionar correctamente la humedad, entendida como cantidad de agua presente en el aire. F.I.E.M. es capaz de suministrar una serie de sistemas capaces de gestionar la humidificación, desde el simple uso de cubetas con llenado automático o manual hasta la innovadora gestión digital de sistemas de nebulización con ultrasonidos o con chorro de aire comprimido.  

Otro parámetro determinante para conseguir una buena incubación es la ventilación, necesaria para favorecer los intercambios gaseosos entre el embrión y el ambiente externo. Recordemos que una ventilación incorrecta podría provocar una acumulación excesiva de anhídrido carbónico causando una elevada mortalidad.

El giro automático de los huevos, que se tendrá que efectuar de forma delicada, constituye una imitación natural del comportamiento de las hembras durante la incubación y tiene el objeto de mejorar la distribución del calor en la superficie del huevo, evitando peligrosas adhesiones del embrión a las paredes de la cáscara.  

El control visual de los huevos es un proceso que se realiza sobre huevos incubados desde hace al menos una semana, o eventualmente antes de la eclosión, con el fin de verificar la vitalidad del embrión. Para este objeto se utilizan unas lámparas especiales denominadas “ovoscopios” que se pasan (en locales oscuros) sobre cada huevo para determinar si los mismos han sido fecundados, no fecundados o si hay embriones muertos dentro de la cáscara.

La fase de eclosión empieza aproximadamente 2/3 días antes del nacimiento y puede realizarse dentro de la misma incubadora (si dispone de los cajones apropiados para la eclosión) en vez de efectuarse en una máquina separada debidamente concebida y estudiada para esta delicada fase final. La humedad y la difusión del calor son diferentes de las de la fase de incubación, y si todas las operaciones de incubación se han efectuado correctamente, la cría del pollo empezará a picar el huevo el decimonoveno día y nacerá entre el vigésimo y el vigésimo primero.

Los pollitos tendrán que ser sacados de la cámara de eclosión sólo cuando se hayan secado bien y hayan sido destetados según los diferentes criterios que F.I.E.M.  propone en la sección “Jaulas calientes” reservada a los varios sistemas de destetado.